Sunday, 1 November 2015

Despejos y despejismos I


Transitamos en este laberinto de espejos y de espejismos buscando vislumbrar el rumbo; si es que una vez hubo algún rumbo.

Se dice que hay atajos: estados alterados, jugarnos el pellejo o ponernos en otro, en la corteza de un árbol; irnos con el río hasta llegar al otro lado.

Salirse de uno para ver desde afuera, para verse desde allá; ese es el signo del espejo. Espejo: una promesa de reflejos y sus reflexiones.

Espejismo: un vaivén de nitidez y de humo; esplendor de obsidiana.

¿Adónde irás sino a la reflexión del humo?


Thursday, 11 December 2014

Transtorno bipolar



El problema cardinal de la orientación consiste en que los polos norte, magnético y geográfico, no se encuentran en un mismo punto septentrional; pues a diferencia del geográfico (que siempre se puede tener la seguridad de encontrar a 66.5 grados de la eclíptica), el magnético va cambiando de posición conforme cambia la vibra del planeta; de tal manera, que a veces ¡el polo norte se encuentra al sur del mundo! lo cual es menos escandaloso si se considera que en electromagnetismo puro: el polo norte magnético terrestre es más bien un polo sur, denominado polo norte en navegación; para evitar la confusión brujular de los marineros… así parece que el llegar adónde uno va, es más bien cuestión de encomendarse a la fortuna, o como dice un versito del balajú "si al atravesar la mar la suerte no me abandona" 

Sunday, 1 December 2013

Un falso cognado; y chido

En su papel de interlingua contemporáneo, que bien me caería que hubiese una palabra en el idioma inglés con la que pudiera expresar lo chido, sin tener que conformarme con las menos pintorescas "cool" o "nice".
"Chide" es el cognado: falsísimo porque puedo interpretarlo como reconvenir o regañar moderadamente; y chido porque en su carácter de verbo me invita a la acción, y yo, en español, acepto:  chidié, chideo, chidearé.
Me pregunto si el adverbio (chidingly) podría ser chido en sí, o tendría que ser chidamente.

                         Andar chideando chido,
                 o chidamente:
      es algo que me gustaría hacer seguido,
                                                  o frecuentemente.